Mi verdadera relación con Cristo

Mi amado es mío, y yo suya; Él apacienta entre lirios.
Cantares 2:16 RVR1960

En el contexto de estos versículos, vemos la relación de la sunamita con el rey, particularmente en el primer versículo habla de la pertenencia y familiaridad que tenía la sunamita con el rey. Esa pertenencia donde la sunamita es uno con el rey pero la sunamita es el centro de atención.
Nosotros debemos darnos cuenta como es nuestra relación para con Cristo, tal vez estamos como la sunamita, Cristo es mío y por lo tanto provocamos una relación efímera porque:
1. Condicionamos el amor: si me das yo te amo.... O si haces esto.... Yo te sirvo, esta relación no es duradera puesto que si no se da lo que pedimos nos alejamos.
2. Basándose en las bendiciones y no en Dios: cuando se nos olvida al proveedor y nos centramos en las bendiciones. Cuando estás declinan nos sentimos no amados por Dios y nos alejamos.
3. Queremos ser el centro de atención, donde queremos que Dios esté a nuestro servicio para satisfacer sus necesidades. Sí no se da tarde o temprano nos desanimamos.
4. Cuando creemos que Dios existe para hacernos felices, donde creemos que Dios va a cumplir nuestros caprichos, sin realizar ningún tipo de esfuerzo donde erróneamente se piensa que por el hecho de haber aceptado a Cristo, el esta obligado a cumplir esos caprichos

Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; Él apacienta entre los lirios.
Cantares 6:3 RVR1960

En este versículo vemos que la sunamita ya no es el centro de atención, en la analogía de nuestra relación con Cristo es cuando dejamos de pensar en nosotros, sino que nos volvemos más serviciales y ya no nos centramos en nuestras necesidades sino en las de los demás ya nuestro servicio no es condicional.
Aquí ya no importa si Dios bendice o no.
El interés hacia nosotros mismos aún está pero ya no domina nuestras vidas.
En este punto decidimos si se fortalece la relación o se quiebra.
Es donde decimos "haz hecho tanto por mi.... Que hago por ti" aquí mostramos gratitud hacia aquel que nos ha dado mucho. Aquí empezamos a conocer a Dios.

Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento.
Cantares 7:10 RVR1960

En este último versículo la sunamita ya no habla de ella, sólo de el y habla de que ella hace feliz a su amado.
Este punto de relación con Dios vemos que los que lleguemos a este punto amaremos a Dios de tal manera que yo no existo, yo no valgo sólo lo que Dios hará en mi y mi único objetivo será hacerlo todo para agradar a Cristo, sin egoismos, sin ganancias, sin pretensiones cuando llegamos a este punto la relación con Cristo es inquebrantable. Y en este punto se cumple lo que está escrito en el Samo 37:4

Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Salmos 37:4 RVR1960

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