Venciendo el miedo...

“Aconteció en un día de reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos. Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo? Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él? Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo. Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha.”

“Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle. Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie. Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla? Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada. Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.”

S. Lucas 6:1-11 RVR1960

En este pasaje vemos 2 historias: a los discípulos recogiendo espigas en el dia de reposo y a un hombre que tenía la mano seca puntualizando está segunda historia podemos describir a este hombre el cual en el tiempo de los fariseos era un hombre menospreciado porque su mano al estar atrofiada generaba ese rechazo, este hombre no era bien visto porque esa deformidad representaba el pecado. Este hombre había vivido de esa manera por mucho tiempo, pero esa situación generó que el venciera ese menosprecio y entrará a la sinagoga (en esa época los deformes no podían entrar a la sinagoga), porque en su corazón sabía que en ese lugar estaba Cristo.

En esos momentos el hombre de la mano seca que estaba ahí los fariseos empezaron a asechar a Cristo para poder acusarle convirtiéndose en enemigos de la Gloria de Dios.

Cristo sin en cambio en ese momento a pesar de las provocaciones el hizo lo que tenía que hacer que era sanarlo. 

En el momento que Cristo le dice al hombre de la mano seca que se levante, en ese momento las murmuraciones  y las provocaciones aumentaron, pero la fe del hombre pudo más y obedeció a Cristo y fue sanado. 

Este hombre fue desafiado a vencer el miedo y lo logró.

La enseñanza de este domingo tiene que ver precisamente conque él día de hoy rompamos ese miedo y solo escuchemos la voz del Señor que nos está llamando venciendo los temores, las adversidades, las burlas. 

La fe llega cuando obedecemos al llamado de Dios y al demostrar esa fe; recibimos de recompensa sanidad y milagros.....

Siempre que obedeces a Dios en lo que te dice el siempre te respalda.....

Muéstrale a Dios tus defectos y el los sanara y los convierte en milagros...