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Mostrando entradas de noviembre, 2016

Unidos en un solo espíritu...

“Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo

El valle de los huesos secos

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Y“La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y

Como debemos vivir la vida cristiana (2a parte)

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3. Ser diligente (Ro 12:11) esto significa que debemos de realizar las cosas bien, y ser comprometidas  para hacerlo debemos mostrar entusiasmo y pasión. Es decir de forma completa.  En Apoc 3:15-16 nos habla de la tibieza espiritual y las consecuencias de ser así. Por eso es necesario ser diligentes y que sea siempre y sin modificaciones. 4. Perseverancia (Ro 12:12) debemos de ser constantes en mantenernos dentro de la voluntad de Dios, confiadamente esperando en el Señor. (Sal 121:1-2) 5. Paciencia ( v 12) donde debemos de soportar las pruebas con gozo (Fil 4:13) 6. Orar sin cesar (v12) donde debemos de mantener una comunión con Dios para permanecer en El) 7. Generosidad (v 13) que tiene que ver con lo que somos capaces de compartir lo que tenemos para nuestro prójimo (incliuyendo nuestro tiempo)  Si nosotros realizamos todas estas cosas entonces somos personas saludables espiritualmente. Si a ti falta algunas de estas características es necesario que las busques para que Dios realme

Como debemos vivir la vida cristiana

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Si“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;” “compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.” Romanos 12:13 RVR1960 Esta parte nos habla de cómo debemos vivir la vida cristiana. Estamos en un tiempo donde debemos compartir el evangelio, pero para poder compartir debemos ser una iglesia saludable, nuestra familia y nosotros saludables. En este tiempo hay personas, familias e iglesias saludables, algunas están enfermas, otras están agonizando y algunas muertas sin saberlo. Las características de una iglesia saludable son: 1. Ama sinceramente, sin condiciones y lo demuestra. (1 Jn 4:16-18), hay unidad entre sus miembros, porque oran entre ellos y se exhortan para evitar